Palabra donada por Néstor Andreu
abismo.
1. m. Profundidad grande, imponente y peligrosa, como la de los mares, la de un tajo, la de una sima, etc. U. t. en sent. fig. Se sumió en el abismo de la desesperación.
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Hoy cumplo 32 años. 10 años menos de los que tenía Alan Turing en 1954 cuando le dio un mordisco a una manzana cargada de cianuro. Por ésta y por otras razones que en realidad tienen mucho más peso, no me queda otra que pensar en él ahora que tengo que enfrentarme a la palabra donada por Néstor: «Abismo».
Es más que probable que vivamos en un mundo que, como constataron físicos como Wheeler, ya no está constituido de energía o de materia sino de información. ¿Datos organizados y procesados? No creo que sea osado decir que Alan Turing –padre de la informática, de la cibernética y de la llamada inteligencia artificial– ya estaba inmerso y militaba en este terreno que en su día prestó un nuevo punto de partida a las matemáticas, la filosofía y la psicología. Y es que en esta búsqueda y análisis de sistemas, Turing tenía muy presentes 3 principios propuestos por Hilbert en su afán compartido por tantos otros de encontrar un algoritmo que pudiera indicar si una fórmula lógica de primer orden era verdadera o falsa. No entraré en detalle en esta cuestión ya que debería matricularme en la universidad para proponer una explicación digna y credible sobre este tema y, sobre todo, me iría por los cerros de Úbeda. No obstante, sí que quiero hacer uso y abuso de esos tres requisitos que todo sistema (lógico) para las matemáticas debía cumplir y sobre los que volveré enseguida: consistencia (consistency), completitud (completeness) y capacidad de decisión (decisionability).
En este contexto, no puedo menos que expresar mi fascinación por la Máquina de Turing. Para resumirlo se trata de un proceso brillante por su simplicidad y, aunque es puramente mecánico, su esquema no necesita más que de hoja y lápiz. Los componentes son:
- una cinta con celdas en la que inscribimos símbolos de un conjunto finito (números, letras, frutas…);
- un cabezal que se desplaza por la cinta (hacia la izquierda o hacia la derecha) leyendo y escribiendo símbolos que forman parte del alfabeto propuesto;
- un registro de «estados». La máquina puede iniciarse en cualquier estado pero el número de posibilidades es finito;
- una tabla de reglas que propone reacciones ante ciertos símbolos. Esta tabla contiene por lo general 5 columnas: Estado/Carácter-leído/Carácter-a-escribir/Movimiento/Nuevo-estado.
Ejemplo: estado inicial: 1 — lee: 1 — escribe: 0 — desplazar a la derecha — lee: 0 — escribe: 0 — desplazar hacia la izquierda… ¡¿Cuándo para la máquina?!
Así hasta llegar a la calculadora, el fax, el ordenador, la bolsa o los detonadores a distancia.
Encontraréis en la red gran número de ejemplos (abajo dejo algunos enlaces para los curiosos), entre ellos el que propuso la todopoderosa Google para homenajear el aniversario del matemático inglés.
¿El pilar de todo esto? La obsesión inicial de Turing: saber si los procesos mentales pueden tener lugar fuera del cerebro. Efectivamente, entre EREs y otros antojos de nuestra sociedad del siglo XXI, el gran misterio que se abre ante nosotros actualmente es más bien el de saber si los procesos mentales pueden tener lugar dentro de ciertos cerebros. No obstante, vuelvo ahora a los tres requisitos anunciados sobre los que este autómata se basa y a cuyos problemas quiere dar respuesta:
1. Consistencia: nunca puede haber contradicción interna en el sistema;
2. Completitud: cualquier enunciado verdadero debe poder comprobarse siguiendo las reglas del sistema;
3. Capacidad de decisión sobre si un enunciado del sistema es verdadero o falso.
Por un lado uno de los colegas de Turing, Gödel, había constatado que un sistema no podía ser consistente y completo a la vez. El autómata pareció haber solventado este problema de incompatibilidad. Por otro lado, nunca se había conseguido que un algoritmo o frase matemática pudiera decidir o demostrar la verdad o falsedad de un enunciado lógico y, sí, Turing demostró la imposibilidad de un algoritmo de demostrar la equivalencia o no de dos enunciados cualquiera del sistema. No obstante lo único que logró con su máquina fue reformular la cuestión de la capacidad de decisión como un problema de «parada». El mencionado «¿Cuándo se para la máquina?» Efectivamente no hay una entrada o celda que invite más o menos a la máquina a pararse, así que el proceso, aunque parta de un alfabeto y unas reglas limitados, puede convertirse en un bucle infinito y ella sola no puede detectarlo. Por tanto, o bien encontramos un número irracional fuera del sistema para medir el panorama o un ser humano es hoy en día el único que puede detectar si un bucle es infinito y pararlo.
Hoy cumplo 32 años. Pienso en Turing frustrado y desacreditado por ser un homosexual que ni lo mostró ni lo escondió. Detenido en 1952 bajo los mismos cargos que Oscar Wilde 50 años antes: delito de indecencia y perversión sexual. El matemático le mandó una carta a Norman Routledge en forma de falso silogismo:
- Turing cree que las máquinas piensan
- Turing yace con hombres
- Luego las máquinas no piensan
Pienso también que estoy rodeada de información, con sus códigos, sus símbolos extrañamente organizados… En este contexto me otorgo a mí misma el derecho a extrapolar y constatar que estamos abusando del bucle.
Constato que hay máquinas gestoras de cifras que regulan un sistema humano. Tecnócratas que tratan de demagogos a los que dicen estar en contra de los recortes de los derechos básicos de las personas, otorgándoles una ingenuidad sin nombre por no darse cuenta de que «no se puede hacer nada más y que así es el sistema». Tecnócratas que en cuanto han detectado un descontrol en el bucle infinito de la máquina bancaria han elegido el número «exterior» llamado prima de riesgo. Número que logra medir, contar, ¿regular? Pero este número, finalmente (oh… sorpresa), forma también parte del sistema así que, ¿cómo podemos obtener una visión exterior del sistema para repararlo? ¿Alguien, un ser humano, puede hacer un diagnóstico real? ¿alguien, un ser humano, puede proponer acabar con la enfermedad en vez de intercambiar los síntomas? Ese alguien, ¿tomará su espacio para tomarse en serio? Ese alguien, ¿serán más de dos? Y mientras, la máquina se mueve en bucle, centrifuga y perturba todas las pistas que permitan ver con claridad y analizar seriamente si el sistema es realmente consistente (criterio 1) y completo (criterio 2).
La gran frustración es evitable, y lo es a toda costa, ya que estaría basada en falsos silogismos cansados. Se puede dejar de estar al borde del abismo. Sabiendo que aquí no se refunfuña y que constatar un abuso no es infantil ni demagógico. Que aquél que trata así al que ya no entiende ni se siente dueño ni parte de un sistema, simplemente busca negarle el tiempo para desear nuevas opciones, para que ni tan siquiera sueñe con encontrar otros oídos para poder pensar en voz alta.
Mi deseo: dejar de invertir los referentes y pensar, por lo menos como los humanos a los que deberían parecerse las máquinas.
Felicidades. Gracias.
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Sobre la Máquina de Turing:
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When we parted we swore we wouldn’t try to win
The heart of the whore of Babylon again
We searched for devotion we kneeled at this bed
Honey the church wouldn’t approve the things that you did
Any suggestion, any suggestion would do
Any suggestion, any suggestion would do
We were taught how to eat of the palms of their hands
They were listed the loudest of all carnival bands
Taught to accept the cards we were dealt
From this table of gold to the envy we felt
Any suggestion, any suggestion would do
Any suggestion, any suggestion would do
The heart of the whore of Babylon again
We searched for devotion we kneeled at this bed
Honey the church wouldn’t approve the things that you did
Any suggestion, any suggestion would do
Any suggestion, any suggestion would do
We were taught how to eat of the palms of their hands
They were listed the loudest of all carnival bands
Taught to accept the cards we were dealt
From this table of gold to the envy we felt
Any suggestion, any suggestion would do
Any suggestion, any suggestion would do
Se me ha caído el diccionario 