Una palabra donada por Arnau Manyosa
dinero.
5. m. penique.
6. m. ochavo (‖ moneda).
7. m. Peso de 24 granos, equivalente a 11 g y 52 cg, que se usaba para las monedas y objetos de plata.
1. m. dinero contante.
1. m. Moneda de oro de muy baja ley, mandada labrar en Burgos por el rey Alfonso X. Valía dos pepiones.
1. m. dinero contante.
1. m. calderilla (‖ monedas de escaso valor).
1. loc. adv. a dinero.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
—
(c) Selma Hekim |
Querido Dinero,
Por ocho millones de los tuyos en el bulevar de mis vecinos, me tientas y te menciono. Porque tu mitad se aposenta en la casa del 1% y que tu otra mitad apenas se desliza por el umbral de la puerta del resto del mundo, te interpelo. Te preparo casi una oda, o una elegía, porque no puedo deshacerme de ti. He intentado decírtelo miles de veces y tú siempre me respondes pidiéndome un pin. Y yo quiero responderte con mi frase «estás de sobra» pero me contestas invitándome a pulsar «aceptar» o, peor aún, «validar».
Banalizas mis decisiones, me invitas a caminar con miedo a tropezarme ya que mi salud también depende de ti. Renuevo mi contrato de trabajo porque sé que seguiré pagando una mutua para poder arreglarme la boca. Esos dientes que la única moneda que mordieron fue la de chocolate. Rica… Y esa muela que se me cayó en fin de año…
Te tengo guardado en un rincón resbaladizo, una escalera de peldaños redondeados cubiertos por una fina capa aceitosa de azar. Un azar que no es si no lo aleatorio de unas leyes que nunca quise acatar pero que toleré, como queriendo y sin querer, porque -según me enseñaron tus hermanos y tus padres– de ello dependía el buen funcionamiento de mi sociedad que en realidad es nuestra.
Tú, con tus fotografías de miradas solemnes de los partriarcas de una libertad hoy ajena al verdadero intercambio, me premiaste un día con un carro de la compra, una estantería billy y una nevera y, en cuanto las caras se escondieron tras folios escritos con letra minúscula, me sorprendí visitando cajeros automáticos en los que ya no me piden ni pin ni validación. Así es como entendí que ya no me preguntarían si acepto o no. Porque, querido Dinero, al escurrirte en esa tinta mojada, me dejaste con una opinión fuerte pero sin valía para tus primas las de la plusvalía.
Pero te hablo sin miedo a ofenderte desde el respesto que le debo a mi pasado y la dignidad que le reclamo a mi futuro. Tomo aliento e impulso en un presente en el que ya no se acartona mi mirada. Renuncio a tu mirada plana, a tu álbum del pasado, tus promesas de un futuro diseñado, tu apología de la circulación libre de bienes materiales confundiéndola con el librepensamiento. Desde mi tímida revolución, por la presente deseo invertir nuestra relación y declaro que si me sirves te utilizo y, si no, te ridiculizo.
Esperando que recibas esta carta, no quedo a tu entera disposición para cualquier pregunta que puedas tener.
Te interpela, atentamente,
Uno aún privilegiado del 50% del 99%
(c) Selma Hekim |
Referencias:
Sobre el 1%
«Gobernar para las élites»
Secuestro democrático y desigualdad económica
http://www.oxfam.org/es/policy/gobernar-para-las-%C3%A9lites?utm_source=oxf.am&utm_medium=wMQ&utm_content=redirect
Sobre los 8 millones
«Qué está pasando en Burgos»
http://www.eldiario.es/escolar/pasando-Burgos_6_217738233.html
|Texto: Irene Pomar|
Gracias!
Esta entrada es posible gracias a la obra de la artista Selma Hekim, que ha permitido a Se Me Ha Caído El Diccionario contar con las imágenes de su obra.
Mil gracias, Selma.
Gobernar para las élitesSecuestro democrático y desigualdad económicahttp://www.oxfam.org/es/policy/gobernar-para-las-%C3%A9lites?utm_source=oxf.am&utm_medium=wMQ&utm_content=redirectQué está pasando en Burgoshttp://www.eldiario.es/escolar/pasando-Burgos_6_217738233.html
Me gustaMe gusta