Análisis

Una palabra donada por Rómulo Celdrán

A mi amiga.

(c) IPM, Notas del libro «L’homme devant la science» de Lecomte du Noüy

«Para comprender, en un sentido bastante restringido, un mecanismo, hay que desmontarlo. Para comprender un fenómeno complejo, hay que analizarlo (es decir, disecarlo), con la esperanza de descubrir los fenómenos más simples y mejor conocidos que condicionan el fenómeno principal.»
Pierre Lecomte du Noüy, «L’homme devant la science», 
Flammarion, 1946, pág. 43

Si alguien ha escuchado alguna vez el sonido de la sangre corriendo por las propias venas, comprenderá el sentido que toma la canción de Bruce Springsteen «Streets of Philadelphia». Son notas, una melodía que, habiéndose convertido en un sonido familiar por la película protagonizada por Tom Hanks, envuelve unas palabras que no podían haber encontrado un mejor himno.

Como le decía a mi amiga, es sólo un ejemplo que surge porque la canción ha sonado justo cuando estoy empezando a escribir. Se ha presentado como lo hace siempre, como una síntesis perfecta que, en mi persona, provoca una pausa obligada. A veces, larga. Otras, sólo de unos segundos. En cualquier caso, siempre es la canción necesaria. No intento venderles una canción, podría esforzarme por encontrar otros títulos de estilos muy diferentes que me causan una reacción igual de intensa -aunque nunca idéntica- y, tal vez, encajaría con los gustos de algunos de los lectores. Pero éste no es el objetivo. Elijan ustedes cualquier pieza que les lleve a desconectar de la conversación en la cafetería para prestarle atención a la melodía e incluso a la letra, si la hay. No importa. Lo que tendremos en común es que tal vez recuerden a su padre tarareándola o, si no tienen ningún recuerdo, estarán deseando crear uno. Llevado al paroxismo, casi pueden lamentar estar conversando como si nada, dejando pasar ese momento en el que la canción les ha sorprendido y ver cómo, de nuevo, no han generado nada nuevo para la memoria. Sea como sea, con recuerdos existentes o en vistas a construir una memoria futura, esa música se presenta ante ustedes como una síntesis de esas frases que no lograban formular.

Y así le escribiría a mi amiga ahora ausente, ya que se ha internado voluntariamente en un centro especializado para superar una depresión que dura algo más de dos años, una anorexia que viene durando unos meses y un dolor invisible y sin fecha fija.

Durante largas horas de café, con más de una lágrima de por medio, hemos desmenuzado las emociones, dado nombres sutiles y aportado adjetivos que siempre se han paseado en un equilibrio precario; hemos viajado por sus ansiedades, sus miles de vaivenes que tantos nombres podría asignarle la Psicología actual. Nombres que permiten aislar los problemas y que, como amiga, no quiero mencionar, porque yo sólo quiero acompañarla, porque me cuesta no apropiarme de su desazón. Y ocurre que a veces la induzco -como sin darme cuenta mientras analizamos amistosamente- a que encuentre por sí misma una de esas palabras. Pero, claro, analizando, yo entiendo pero no acepto, pero ella sí. Y yo no quiero que acepte. Analizar sin sintetizar, sin reconstruir, es como comer sin digerir; es congelar los diferentes mundos encontrados sin saber si están presentes todos los posibles. Porque, reclamando la síntesis, reivindico su acción pero yo sólo puedo estar ahí porque -qué cosas- algo se me escapa en ese movimiento. Será que sólo soy su amiga.

Por otro lado, siento que todo tiene sentido como en la canción de Springsteen, cuando dice que puede oír el sonido de su sangre corriendo por las venas bajo una melodía perfecta. Ahora, creo, mi amiga actúa por fin para saciar la necesidad de ver que aún hay espacio para nuevas memorias a pesar de unos pasados que aún no son tales. Un largo trabajo de análisis y otro aún más largo de síntesis en busca, no del movimiento perfecto, sino de ése que podrá reconocer como propio.

La síntesis. Ese método científico opuesto al análisis que en realidad sólo ha dado resultados válidos en química, según Lecomte de Noüy… Permítanme que lo dude.

Aviso

Me resulta problemático citar a Pierre Lecomte de Noüy. Su escritura es clara yla considero una fuente de aprendizaje, no sólo en lo que a la filosofía de la ciencia se refiere, sino también a la forma de aprehender la realidad que propone. Vaya por delante que sólo he podido acceder al arriba citado «El hombre ante la ciencia». Sin embargo, también he leído extractos de sus textos pertenecientes a otras obras en los que se percibe un tono vehemente. Un tono propio de un científico que parece esforzarse por integrar evolucionismo, religión y ciencia mediante la teleología. Es decir, afirmando que sólo atribuyendo una finalidad -un «para qué»- a los fenómenos (ya sean de la naturaleza como del hombre) se podrá considerar que un científico se posiciona correctamente ante su objeto de estudio. La mayoría de los textos se escribieron antes de los años 1940, ya sea en Francia, cuando dirigía el Instito Pasteur, ya sea en Nueva York, desde el Instituto Rockefeller. 

Ello le ha valido a este autor olvidado extrapolaciones varias que lo han vinculado tanto a la germanofobia (no sentía mucha simpatía por los alemanes) como, por otro lado, a un darwinismo que justificaría las barbaridades que todos conocemos. No se puede olvidar, además, el vínculo entre religión y ciencia que va acentuándose en su obra y al que apelan numerosos partidarios de un evolucionismo compatible con el sentimiento religioso. En fin,cómo casar estas extrapolaciones tan dispares es una cuestión interesante y creo que regresaré a ellas más adelante, cuando yo misma esté preparada para analizar con conocimiento de causa su trabajo. Mientras tanto, con el único objetivo egoísta de disfrutar de lo que hago en estos instantes (mi teleología particular, tal vez), prefiero arriesgarme a parecer un caballo con orejeras y admitir que el textosigue estas líneas será influído únicamente por el capítulo II de su «El hombre ante la ciencia»: «Análisis. Interpolación y extrapolación.»

|Texto e imágenes: Irene Pomar|

análisis.

(Delgr. ἀνάλυσις).
1. m. Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos.
2.m. Examen que se hace de una obra, de un escrito o de cualquier realidad susceptible de estudio intelectual.
3.m. Tratamiento psicoanalítico.
4.m.Gram. Examen de los componentes del discurso y de sus respectivas propiedades y funciones.
5.m.Inform. Estudio, mediante técnicas informáticas, de los límites, características y posibles soluciones de un problema al que se aplica un tratamiento por ordenador.
6.m.Mat. Parte de las matemáticas basada en los conceptos de límite, convergencia y continuidad, que dan origen a diversas ramas: cálculo diferencial e integral, teoría de funciones, etc.
~ clínico.
1. m.Med. Examen cualitativo y cuantitativo de ciertos componentes o sustancias del organismo según métodos especializados, con un fin diagnóstico.
2.m.Med. Resultado de este examen.
~ cualitativo.
1. m.Quím. El que tiene por objeto descubrir y aislar los elementos o ingredientes de un cuerpo compuesto.
~ cuantitativo.
1. m.Quím. El que se emplea para determinar la cantidad de cada elemento o ingrediente.
~ dimensional.
1. m.Fís. Método que se ocupa del análisis de las dimensiones de las magnitudes físicas, y que permite establecer directamente relaciones entre las que intervienen en un proceso, sin necesidad de realizar un análisis completo y detallado.
~ espectral.
1. m.Fís. Método de análisis químico cualitativo, y en algunos casos cuantitativo, mediante técnicas espectroscópicas.
~ factorial.
1. m.Estad. Método estadístico usado para cuantificar la importancia de cada uno de los factores actuantes en un fenómeno.
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